Un estudio demuestra que las personas que ven más de 5 horas al día la televisión aumentan considerablemente el riesgo de encontrarse en situación de sobrepeso. En realidad, el efecto hipnótico de la pequeña pantalla provoca que se detenga el movimiento del cuerpo. Por otra parte, los anuncios alimentarios difundidos exponen en la mayor parte de los casos productos que parecen muy sabrosos, pero son muy calóricos. Ver regularmente estas imágenes hace que el cerebro se acostumbre al consumo del mismo tipo de comida, y favorece el aumento de peso. Por último, nuestra inactividad ante una serie o una película nos anima a comer productos dulces o ricos en materia grasa (paquete de galletas, etc...) sin darnos cuenta de la cantidad ingerida. La solución para volver al camino de la pérdida de peso es simple: ¡basta con apagar la televisión! Así que en lugar de pasar tiempo inmóvil en el sofá, es muy probable que desees realizar actividades que te permitan quemar más calorías y, por lo tanto, volver al camino de la pérdida de peso.
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